Y era tal cual. Reunir a mis cinco hijos, luego de casi un año fue una experiencia maravillosa, que me dejó absolutamente inspirado. Me largué a pintar, tratando de representar el cúmulo de sensaciones que me bullían en el cerebro. Creo que este cuadro se acercó bastante a lo que pensaba transmitir. Mis cinco flores, inéditas todas, diferentes a cualquier flor conocida, pero iguales en mi visión de cada una, y a la vez distintas, porque cada una tiene su personalidad, aunque parezcan idénticas. La flor central, más grande, en primer plano...quien es?, a quien representa?: a todos y cada uno, en su momento. Un segundo atrás, puede ser Juana Margarita, diciendo en su media lengua: "que o paió..." cuando un juguete se cae de su mano, o estirando sus bracitos hacia mi.... un instante más, y esa flor central será Guillermo, descarnadamente lógico y racional. Más tarde o más temprano, será María Serena, solemne, con sus sensaciones contenidas. Ni un segundo pasa, y la flor es Sofía, verborrágica y temperamental, solidaria y convencida y antes o después, será Martino, dulce y seductor, analítico de cuanto lo rodea...sintiendo siempre, y siempre diciendo: hombre soy y nada de lo humano me es ajeno.
miércoles, 21 de marzo de 2007
FLOR DE QUINTETO
Y era tal cual. Reunir a mis cinco hijos, luego de casi un año fue una experiencia maravillosa, que me dejó absolutamente inspirado. Me largué a pintar, tratando de representar el cúmulo de sensaciones que me bullían en el cerebro. Creo que este cuadro se acercó bastante a lo que pensaba transmitir. Mis cinco flores, inéditas todas, diferentes a cualquier flor conocida, pero iguales en mi visión de cada una, y a la vez distintas, porque cada una tiene su personalidad, aunque parezcan idénticas. La flor central, más grande, en primer plano...quien es?, a quien representa?: a todos y cada uno, en su momento. Un segundo atrás, puede ser Juana Margarita, diciendo en su media lengua: "que o paió..." cuando un juguete se cae de su mano, o estirando sus bracitos hacia mi.... un instante más, y esa flor central será Guillermo, descarnadamente lógico y racional. Más tarde o más temprano, será María Serena, solemne, con sus sensaciones contenidas. Ni un segundo pasa, y la flor es Sofía, verborrágica y temperamental, solidaria y convencida y antes o después, será Martino, dulce y seductor, analítico de cuanto lo rodea...sintiendo siempre, y siempre diciendo: hombre soy y nada de lo humano me es ajeno.
FLOR DE PAVO
Alguien me acercó un libro, donde estaba el diseño de este pavo. Por lo general, cuando encuentro un dibujo que me gusta, y que es pasible de ser representado a através de la técnica de simil vitraux, trato de rescatar la escencia, inspirarme en él y darle un toque propio, para no adueñarme descaradamente de una idea ajena. Con el pavo no pude. Me pareció tan lograda la caricatura que no me atreví a tocarle una sola pluma y lo copié tal cual. Fue una experiencia para medir el grado de técnica alcanzada, ya que lo intrincado del relieve y la profundidad que debía lograrse en el plumaje, exigían una gran concentración para plasmarlo.Era mi preferida (estéticamente hablando) de las últimas tres obras, la que me dió más trabajo, la más elaborada "manualmente", pero las críticas me dejaron de moco caído como pavo rastrojero: por unanimidad a todos les gustaron más los otros cuadros. "Dejate de pavadas", dijeron. A pesar de mi estupor, el pobre bicho terminó siendo el pavo de la boda.
Sin embargo esto me llenó de satisfacción, porque las otras pinturas, eran creaciones originales y propias, de cabo a rabo.
....pero un real pavo real, místico desentendido
de su oficio conyugal, que es su único oficio
y ande soñándose pavo y pavoneando la cola
hasta que junte la ira del señor y la señora
y termine como siempre, siendo el pavo de la boda...
cosas del subdesarrollo: el pavo se cree pollo
y el pollo se cree gallo...