sábado, 18 de noviembre de 2006

NO ROMPERAN MIS HUESOS NI QUEBRARAN MIS ALAS



Con la cordura casi recuperada, la vista menos borrosa y el pulso lo màs firme posible, el ojo registrò un faltante en Don Dos de Oros pero no acertaba a determinar que era. El bicharraco tenìa pico, plumas, ojos enormes y estaba parado en una ramita.....Ala! ala! ala! sentìa que una voz interior se monotonizaba como un eco...ala! ala! ala!. ¿serà este un bùho musulmàn? me preguntè, aun entre vapores etìlicos. Deberè dibujarle un turbante? o una tùnica?....cuando todo resto de alcohol se esfumò, vi claramente que no le habìa dado la posibilidad de ser libre, aunque fuera figuradamente.Alas tienes ahora ñacurutù y testigos hay de que son dos y completas. No se las cortè, fue el scanner que es muy pequeño para bùho tan grande. (Casi 40 cm de envergadura). Eso si, con la elecciòn de colores, Sofìa Oliveri, me matò: la cagaste Pa, me dijo la princesa (habla francès, tambièn, eh?).

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